Pablo Sorozábal│Juan José, drama lírico popular en tres actos

CD Musikene 7

Sergi Vila│CD COMPACT│February-March 2009

La versión que presentó este estreno mundial de la obra, es absolutamente brillante y de gran nivel. […] Grabación ésta de gran trascendencia histórica que viene a hacer por fin justicia a la maltratada figura de Sorozábal veinte años después de su desaparición.

RECOMENDADO CD COMPACT

[Ha sido a instancia de sus nietos y del director José Luis Estellés que por fin se pudo estrenar la obra en febrero de 2009 en San Sebastián , repitiéndose el concierto unos días más tarde en Madrid.  Era pues de justicia la grabación de la obra que pone un punto y aparte a una de las historias más vergonzosas de niestra reciente historia musical, a la espera de que algún teatro se atreva con valentía a producir su estreno en la escena. La versión que presentó este estreno mundial de la obra, es absolutamente brillante y de gran nivel. En primer lugar gracias a la entusiasta labor de José Luis Estellés y la Orquesta de Musikene que suena impecable en todas sus secciones y al grupo de solistas reunidos para la ocasión. Grabación ésta de gran trascendencia histórica que viene a hacer por fin justicia a la maltratada figura de Sorozábal veinte años después de su desaparición. RECOMENDADO CD COMPACT]

Pablo Sorozábal│Juan José, drama lírico popular en tres actos

CD Musikene 7

Enrique Martínez Mihura│SCHERZO│March 2009

La versión defiende muy bien la partitura. Estellés tiene pulso y nervio y saca adelante la difícil empresa.

Pablo Sorozábal│Juan José, drama lírico popular en tres actos

CD Musikene 7

Christopher Webber│WWW.ZARZUELA.NET│March 2009

José Luis Estellés has obtained from his young team one of the best pit orchestras I have ever heard in Spain, and his contribution to the success of the evening was essential. […] The version presented here (of the world premiere of the work) is absolutely brilliant and of the highest level.

PABLO SOROZABAL: JUAN JOSÉ

[José Luis Estellés has obtained from his young team one of the best pit orchestras I have ever heard in Spain, and his contribution to the success of the evening was essential. Although Juan José was the youngest of the Sorozabalian creation, the little fortune that surrounded this work caused not a few headaches for its author during the last years of his life. As a redress to them, it is necessary to understand Estellés’ gesture that from the direction podium generously raised the score before the public while the giant screen showed a portrait of the composer. We feel very privileged to have been able to live this moving moment live. The great work of Pablo Sorozábal has finally been heard in Madrid and has also been done in excellent conditions.]

 

[Es una curiosa coincidencia que la primera y la última obra escénica de Pablo Sorozábal fueran grabadas íntegramente antes de sus estrenos. Para más inri, ambos registros congregaron a la mejor soprano y al mejor barítono españoles del momento. Las coincidencias, no obstante, terminan ahí. Los discos de 78 rpm de Katiuska estuvieron a disposición del público por un considerable precio el mismo día en que los voraces espectadores pudieron conocer la que sería sensación zarzuelística de la temporada 1931. El lanzamiento de la ópera trágica Juan José en CD, a partir del registro realizado durante los ensayos de su estreno absoluto donostiarra a comienzos de 2009, ha tenido, sin embargo, que esperar cuarenta años hasta que la obra (terminada en 1968) se ha hecho pública en forma de concierto. Cuarenta años son demasiados. Cualquier persona que mantenga dudas acerca del señalado lugar que Sorozábal ocupa en la historia de la música teatral del siglo XX debería de escuchar este disco. Mis pensamientos sobre el estreno madrileño [reseñado aquí] se resumían con la aseveración de que Juan José era “un tesoro valiosísimo (una ópera española en tres actos con viabilidad dramática dotada además de enorme personalidad).” Una escucha más detenida gracias a este espléndido disco ha ahondado mi admiración por los méritos musicales de esta ópera a la par que me ha reafirmado en la creencia de que sólo podrá valorarse en toda su grandeza si se pone en escena. La inclusión del libreto original castellano (y de su traducción al euskera) son enormemente útiles, y aunque el sonido resulte algo lejano eso no logra ensombrecer el friso vocal y orquestal bellamente equilibrado compuesto por Sorozábal. El estilo conversacional y la progresión a trompicones (salpicada de efluvios líricos que emanan ocasionalmente) deberían de ser familiares a los amantes de Adiós a la Bohemia, la “ópera chica” de 1933 que el compositor describiera como una “preparación” para trabajar sobre Juan José, el valiente drama trágico de Joaquín Dicenta poblado de pobreza y obreros hambrientos y un auténtico Wozzeck madrileño. Esta estructuración gradual podría haber ocasionado problemas a lo largo de tres actos de no ser por la existencia de leitmotivs asociados con cada uno de los principales personajes así como por el empleo de formas y ritmos bailables hispanos como el chotis, la mazurca y la habanera que ayudan a dar cohesión al drama. El sentido del ritmo teatral de Sorozábal es de una infalible precisión y su habilidad para evocar los cambios de estado de ánimo resulta tan llamativa como sorprendente. Esta ópera no es una pieza de números cerrados. El melos mana orgánicamente de la propia naturaleza conversacional para morir en ella. Si la musa melódica de Sorozábal no es tan fértil en 1964 como lo fue en los años 30 ó 40, todavía logra forjar frases que se graban indelebles en nuestra memoria. La respuesta de un Juan José deshecho a la lectura en la cárcel de una carta que contiene la noticia de que Rosa se ha ido a vivir con su jefe es un ejemplo de ese tipo de emanaciones. El subsiguiente gozo de Rosa (justo antes de ser brutalmente asesinada) por poder disfrutar de una posición acomodada que le da acceso a la compra de bellos objetos o que le permite comer bien tiene su correspondiente reflejo musical. El primer acto es el más sometido a parones y arrancadas; el segundo, ambientado en un pisucho gélido y donde más nos acercamos a la vida de los protagonistas, tiene una perfecta factura y resulta desgarrador; el tercero es el más variado y audaz. Como ocurre con Berg, Sorazábal emplea preludios e interludios orquestales para pintar y comentar las situaciones dramáticas. El propio crimen, como ocurre en el Wozzeck, es brutal, rápido y de una fealdad musical. Pero a diferencia de Berg, Sorozábal, en cambio, elige premeditadamente finalizar con la propia catástrofe en vez de seguir al héroe al infierno de culpabilidad que le espera. Juan José termina con un aturdido anti-héroe erguido sobre el cadáver de Rosa mientras una sólida cadencia menor contrapuesta al sonido distante de un toque de diana cuartelario nos anuncia el amanecer. El efecto es conmovedor a la par que irónico. […] Sigo tan impresionado al escuchar el disco como lo llegué a estar asistiendo al concierto ante la excelencia de la ejecución de la Orquesta Sinfónica de Musikene (la orquesta de estudiantes del Centro Superior de Música del País Vasco). Los metales resultan especialmente notables, aunque las cuerdas proporcionan el que quizá sea el momento más conmovedor de toda la partitura: el tema contrapuntístico noble y trágico escuchado por vez primera en el preludio del acto II, que el nieto del compositor me comentó que estaba basado en un boceto inédito de un poema vasco sobre la muerte. José Luis Estellés sabe marcar en todo momento los zigzagueantes tempi, y aunque el ímpetu y la agilidad de la interpretación en directo en el Auditorio Nacional de Madrid fueron mayores, éstos tienen la magnitud suficiente en esta primera lectura de una partitura que, de seguro, debe presentar muchos problemas de cohesión y equilibrio. Habrá quienes encuentren el lenguaje a trompicones de esta ópera de un tardo-romanticismo absolutamente pasado de moda no ya para 2009 sino para 1968. Habrá otros que prefieran las zarzuelas más dulces del Sorozábal joven a la paleta armónica avinagrada que emplea para describir la rutina de la vida proletaria del Madrid decimonónico. Pero yo lo repito una vez más: En Juan José la música española ha hallado finalmente una ópera (grande) memorable, distintiva y sobre todo teatralmente viable. Sería una auténtica vergüenza nacional si el último vástago de Sorozábal no llegara a los escenarios en un futuro próximo. Y esta excelente grabación, sin duda, pondrá de su parte a favor de la causa.]

Traducción al español de Ignacio Jassa Haro © 2010